27 de Abril 2009
NUEVAS DECLARACIONES DEL ACTIVISTA SAHARAUI, ALI SALEM TAMEK, AL SERVICIO DE COMUNICACIÓN SAHARAUI EN CANARIAS EN SANTA CRUZ DE TENERIFE.
Ali Salem Tamek es un símbolo para el pueblo saharaui. Fundador de la Coordinadora de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA) ha sido encarcelado y torturado en numerosos ocasiones. En la actualidad, las autoridades de Rabat le impiden estudiar Periodismo desde hace dos años hurtándole un derecho fundamental más: el de la educación. Declarado “enemigo público número uno” en Marruecos por su apoyo a la autodeterminación de Sahara, no sólo ha vivido en sus propias carnes la más cruel de las violencias. Su mujer también fue violada por cinco policías marroquíes en una de las ocasiones en las que fue a visitarlo a prisión ante los ojos de su hija de menos de 4 años de edad.
A continuación mostramos la entrevista íntriga.
El nuevo representante del secretario general de la ONU, Christopher Ross, ha realizado ya una gira por la región y el último informe de Ban Ki Moon al Consejo de Seguridad ha tenido en cuenta sus apreciaciones, ¿han percibido algún cambio?
“Ross llegó después de que su antecesor, Van Walsum, violara el principio de neutralidad que debía mantener alineándose con una de las partes y abandonado la objetividad que se le presumía. Se trata de una personalidad con un perfil mucho más importante, tanto por su experiencia en la región como por el hecho de haberse mantenido informado sobre la cuestión saharaui constantemente al haber sido embajador de norteamericano en Argelia. Además, indirectamente su opinión es una opinión de peso en Estados Unidos. Nuestra principal esperanza es la mejora de la situación de los derechos humanos en el Sáhara ocupado por Marruecos. Sin embargo, parece pronto para que se produzcan cambios y, a pesar de todo, el último informe del secretario general al Consejo de Seguridad no señala de forma directa esta cuestión, lo que nos resulta decepcionante”.
La Coordinadora de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA), de la que usted forma parte, se reunió recientemente con representantes de la Embajada de EE.UU. en Rabat para tratar la situación en el Sahara, ¿cree que la llegada de una nueva Administración a Washington puede cambiar la situación de bloqueo del conflicto?
“Mantenemos contactos permanentes con la Embajada norteamericana. El tema a tratar siempre gira en torno a la situación de los derechos humanos en el Sahara y la represión de la que son víctimas los activistas saharauis y la población civil en general. También tratamos la situación de nuestros presos políticos en las cárceles marroquíes. En cuanto a la nueva Administración norteamericana, cabe señalar que los primeros informes del Departamento de Estado no han tratado directamente el problema saharaui. Siguen manteniendo cierta benevolencia con Marruecos. A pesar de que hemos mantenido numerosos contactos con políticos de EE.UU. no se ven aún resultados concretos ni positivos”.
Desde mayo de 2005, los presos políticos saharaui en las prisiones marroquíes realizan duras huelgas de hambre para reclamar unas condiciones mínimamente aceptables en su encierro, ¿cómo es la situación actual?
“Siguen siendo torturados, encerrados en mazmorras reducidas e incomunicadas como los tres estudiantes que recientemente mantuvieron una huelga de hambre durante 56 días en una prisión de Marraquech casi a costa de su vida. Su delito es haber participado en una manifestación pacífica. Mientras, el conductor de autobús que mató a dos estudiantes saharauis en Agadir en diciembre sólo fue condenado a 4 meses de prisión y está en la calle. A pesar de que los organismos internacionales responsables de vigilar el respeto de los derechos fundamentales conocen la realidad, todavía no vemos mejoras y, lo que es más peligroso, las potencias que podrían tener una posición influyente en el concierto internacional tratan la cuestión de los derechos humanos en la clave que marcan sus intereses políticos, no como un principio universal del que debemos disfrutar todos. Aprovecho esta oportunidad para que la comunidad internacional presione a Marruecos y salve así la vida del preso saharaui Yahya Mohamed El Hafed, que se encuentra en un estado de salud crítico y ha sido aislado en una mazmorra incomunicada en la cárcel de Ait Mellul en Agadir”.
Pero frente al bloqueo informativo habitual ya existe la constancia de las violaciones permanentes de los derechos humanos por Marruecos en el Sahara…
“Sí, pero, por ejemplo, el informe sobre el Sahara del propio comisionado de los derechos humanos de la ONU sigue sin publicarse después de dos años. Amnistía Internacional, Human Right Watch, la delegación ad hoc del Parlamento Europeo y organizaciones como Frontline han visitado los territorios ocupados por Marruecos y han visto la represión de nuestro pueblo con sus propios ojos. Hasta la Asociación Marroquí de Defensa de los Derechos Humanos ha evidenciado la situación y, a pesar de todo, parece que no hay repercusión en la ONU ni en los países importantes ya que no se le ha ordenado todavía a los cascos azules de la MINURSO que protejan a la población. Todo esto supone frustración y tristeza para miles de saharauis y amigos del Sahara”.
Sin embargo, el informe preliminar del Parlamento Europeo ha supuesto un duro golpe para la Administración marroquí…
“Incluso el informe del Parlamento Europeo, que confirma las violaciones de los derechos humanos, olvida circunstancias como las violaciones de mujeres y presos o el expolio de los recursos naturales. Ellos fueron testigos del bloqueo marroquí entorno a su hotel, las detenciones y la represión generalizada de las fuerzas de seguridad. No olvidemos que Marruecos tardó dos años en autorizar la visita y tuvo tiempo de preparar el escenario ideal, mantuvo un control férreo del grupo de eurodiputados y determinó el tiempo de su estancia para evitar que observaran las constantes manifestaciones contra la ocupación”.
¿Y esta frustración por la falta de avances podría traer una vuelta a la guerra? y, en el caso de ser así, ¿la guerra se extendería esta vez a las ciudades saharauis ocupadas por Marruecos?
“Las leyes internacionales garantizan el derecho a defenderse y a resistir en defensa de los derechos legítimos de los pueblos. La nuestra es una causa justa, clara y transparente. Después de la firma del alto el fuego en el 91, llevamos 18 años en un impasse que no es la guerra ni la paz. Divididos por un muro minado de los más peligrosos del mundo, sometidos a la brutal represión y soportando el expolio de nuestras riquezas, Marruecos sigue dando la espalda la legalidad y las resoluciones de la ONU. Esta situación impone que todos los saharauis pensemos en lo mismo: buscar cada día una nueva forma de lucha. No es una cuestión emocional, sino estratégica, que marcará el destino de nuestro pueblo, una opción impuesta y no elegida. Pero es el Frente Polisario, nuestro representante, quien tome la decisión”.
Los menores saharauis de han convertido en un colectivo especialmente afectado por la represión marroquí en el Sahara, ¿qué busca esta nueva estrategia de Marruecos?
“Se trata de una cuestión de enorme importancia y no tiene nada de casual. El régimen marroquí no hace nada de forma espontánea. La represión contra los menores saharauis es sistemática y tiene connotaciones estratégicas. Estos niños y jóvenes que ahora son detenidos, torturados y violados nacieron ya en una situación de ocupación y levantamiento permanente y ellos son los que van adaptando y actualizando esta cultura de resistencia. Marruecos trata de aniquilar sus acciones porque conoce su importancia para el pueblo saharaui. Por eso constituimos recientemente el Foro para la Protección de la Infancia como instrumento para hacer conocer esta campaña de exterminio de nuestros menores. Niños de 5 años han sido torturados por levantar la bandera saharaui”.
A pesar de que Marruecos no reduce el grado de violencia de su represión, cada vez surgen más colectivos de defensa de los derechos humanos en el Sahara, ¿ha cambiado algo para que se produzca este fenómeno?
“No, la represión marroquí va contra todos los derechos civiles y políticos de los saharauis, entre los que están el de reunirse y organizarse. Todas las organizaciones que se han formado están prohibidas legalmente por lo que su aparición y actividad supone un logro enorme que se produce como resultado de la lucha de los saharauis por su libertad. No es un regalo ni un préstamo marroquí. No supone una apertura ni una nueva democracia que nos trae Marruecos”.
Y, ¿en cuanto al apoyo del Gobierno español a las tesis marroquíes en el Sahara?
“Personalmente, el Gobierno español no me parece demasiado democrático porque en este asunto no refleja la voluntad política de los pueblos de España. Éstos son el impulso central, el corazón de la solidaridad con el Sahara hacia el mundo. Mientras, el Gobierno de Zapatero levanta la bandera de los derechos humanos pero no se responsabiliza de su papel histórico en el Sahara y mira hacia otro lado cuando le hablan del exterminio de los saharauis. Es una cuestión mercantil”. (SCSC)
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